Cada danza prehispánica es un códice escrito con los pies de los danzantes pues cada paso tiene un significado. Por eso los pasos no se hacen al azar ni en desorden ni con afán de demostrar habilidad o velocidad sino con el objetivo de transmitir un mensaje ancestral a las nuevas generaciones. Si el danzante altera el orden de los pasos está alterando el mensaje o también si inventa pasos que no estaban en la danza original. Sólo un danzante que sabe muy bien lo que está transmitiendo con sus pasos podría hacer pasos nuevos con la finalidad de acrecentar el contenido del mensaje o en dado caso crear nuevas danzas con nuevos pasos para así crear nuevos mensajes.
La danza es una fiesta pero todas las fiestas Anáhuac no sólo representan diversión ni esparcimiento sino también una forma de vivir la espiritualidad y encontrar respuestas de vida. Así que un danzante al mismo tiempo que se divierte disfruta y fortalece su cuerpo y su voluntad al mismo tiempo puede recibir el mensaje de la danza y hacerlo más sabio.