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No hay una sola mexicanidad

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Tener en cuenta que no hay una sola mexicanidad.

Quiero enriquecerme en este tema sobre lo que es la mexicanidad, y sin embargo, casi siempre encuentro posturas irreconciliables entre defensores y detractores, gente que piensa que la mexicanidad es la única opción de rescate cultural o gente que piensa que la mexicanidad es un neofascismo que pone en riesgo la integridad de los investigadores, y que debe ser reprimida y suprimida. Como si la mexicanidad fuera algo monolítico, y cuyas dos únicas opciones sean desecharla o confirmarla. En lo personal, me ha tocado observar cuando menos varias vertientes de la Mexicanidad, muchas veces sin relación entre ellas o incluso contrarias. Una visión profesional de la mexicanidad ha de tomar en cuenta estas facetas y sin afirmar o descalificar, sino analizando lo que este movimiento o movimientos puede causar y/o proponer en distintos contextos.

Encuentro las siguientes vertientes (los nombres son de mi autoría, pudiendo resultar inexactos):

1. Mexicanidad neotolteca (Castaneda). Compuesta sobre todo por gente urbana que busca ser Gente de Conocimiento por medio de ensoñaciones y estados aumentados de conciencia mediante peyote, datura y otros entógenos, rescatando el legado de la forma de vida tolteca. Dentro de mi ignorancia, percibo que para esta mexicanidad lo fundamental es el desarrollo individual sin que sea importante la situación socioeconómica-política de los pueblos originarios, salvo en muy contados e hipotéticos casos de gente que siguiendo el ejemplo de castaneda, ha tomado la decisión de aprender directamente de miembros de las comunidades originarias. A pesar del intenso debate que existe  a nivel académico sobre la objetividad de Castaneda, su obra es valisísima desde el punto de vista literario. No hay qué descartar riesgos como el hecho de que muchos buscadores de Conocimiento puedan hacerse adictos a las “plantas de poder”.

2. Mexicanidad de Velasco Piña. Sus integrantes percibo que son en su mayoría personas urbanas, incluso de ingresos económicos altos sin mucha relación con los pueblos originarios. Se engrandece el pasado prehispánico y se establece una continuidad mística entre ese pasado y el presente, con la misión de despertar a la Mujer Dormida, mudar el chakra planetario de Tíbet a México. Regina es la figura central de esta mexicanidad, como encarnación del tlahtoani Cuauhtemoc, en donde la masacre del 68 fue un sacrificio humano masivo voluntario. La obra de Velasco Piña, desde el punto de vista literario, también es valiosísima.

Tanto Castaneda como Velasco Piña y más recientemente Don Miguel Ruiz han escrito obras de fama internacional, convirtiéndose en el rostro mundial de la mexicanidad. La mayoría de los extranjeros piensan en la mexicanidad sólo bajo las líneas de estas obras, desconociendo que existe otro tipo de mexicanidad que poco tiene qué ver con la literatura.

3. Mexicanidad New Age. En mi entendimiento, New Age es un concepto occidental que se refiere al fin de la era de Piscis y el comienzo de la era de Acuario, debida a la precesión de los equinoccios. La Era de Acuario será una era de paz, espiritualidad y armonía, donde imperan disciplinas orientales como el yoga, el taichi, los mantras, y filosofías como el tao, el tantrismo, el budismo, el brahmanismo, etc. El fin de la era de piscis y el comienzo de la era de acuario ha sido homologada a l fin del quinto sol y comienzo del sexto sol en las eras de la cosmovisión mexica. La mexicanidad de Castaneda a mi parecer no habla de una nueva era sino de un desarrollo completamente individual, aunque tenga influencia de Miyamoto Musashi. La Mexicanidad de Velasco Piña sí habla de una nueva era donde el centro espiritual del mundo será México. En este sentido también sería una mexicanidad New Age, dominada por disciplinas mexicas en vez de orientales. Aún así, la mayoría de sus integrantes practica muchas disciplinas orientales. Quiero agregar que muchos de los practicantes de la mexicanidad New Age pretenden rescatar prácticas ancestrales como el temazcal, la danza, los cantos, etc., bajo la visión de que toda sabiduría llega a las mismas conclusiones, sin importar de qué parte del mundo sea, y que aprendiendo filosofía oriental invariablemente se está aprendiendo la cosmovisión mesoamericana. Pero no todas las mexicanidades buscan esta influencia oriental ni este enfoque de nueva era. Aunque es sumamente interesante el enfoque universal de la sabiduría, el riesgo de esta mexicanidad es que en vez de un “rescate cultural” de la cosmovisión ancestral de los pueblos de Anáhuak, puede provocar una sustitución de esa cosmovisión por la filosofía oriental, pero ni siquiera la filosofía oriental auténtica, sino la comercial. Puedo estar de acuerdo en que las sabidurías de distintos pueblos del mundo llegan a las mismas conclusiones, pero para mí en definitiva no es lo mismo aprender chakras, auras, karmas, etc., que aprender Huehuetlahtolli, flor y canto, tonalli, teyolia, ihíyotl, etc. Es bueno aprender de todos los pueblos y tener cultura general, pero no es lo mismo aprender uno y otro que sustituir uno por otro.

4. Mexicanidad “sincrética”. Tradiciones muy arraigadas en México quizás durante siglos, las danzas concheras son un sincretismo entre la religión católica y la cosmovisión anahuaca. Es una tradición muy antigua en donde muchos de sus grupos no se consideran parte del actual movimiento de la mexicanidad (aunque gran porcentaje sí lo hace). Es una forma de vivir la religión católica. Sus miembros son en su mayoría indígenas, ya sea urbanos o rurales. Los concheros no son una creación mexicanista, ni reciente, sino fruto del devenir natural de la historia de México durante muchos siglos, y lograron mantener viva la tradición ancestral durante la Colonia y en la actualidad mediante el sincretismo religioso. Me atrevo a decir que sin los concheros, la mexicanidad no sería lo que es. Durante décadas, varios concheros y mexicanistas han protagonizado debate y enemistad sobre si el sincretismo religioso debe seguir imperando o si se debe rescatar la cultura original del Anahuak.

5. Mexicanidad cultural. La mayoría de sus miembros son urbanos. Un porcentaje son estudiantes hasta nivel universitario. Muchos de ellos ya profesionistas, ingenieros y licenciados en antropología, sociología, historia, periodismo, etc. Siento que es esta variante la que más se identifica con el “rescate cultural de elementos de identidad nacional”, aunque se enfoca casi completamente en la cultura mexica, o más ampliamente en la cultura de Anahuac que abarca los pueblos nahuas del valle de méxico, o en la tolteca, con mayor espectro temporal. Hay una reconstrucción idílica de pasado prehispánico, presencia de técnicas de investigación sistemática pero no siempre con rigor científico. Puede haber mucho fanatismo, pero la presencia de estudiantes universitarios y de licenciados en humanidades abre el debate. La gran mayoría niega los sacrificios humanos entre los aztecas, algunos los aceptan. Originalmente un movimiento intelectual urbano, es en esta variante donde cada vez más hay presencia de miembros de comunidades originarias y campesinas, muchas veces porque los urbanos están preocupados por los problemas socioeconómicos de los pueblos originarios y los invitan a participar, o porque algunos originarios guardianes de tradiciones también se han vuelto maestros dentro del movimiento. En esta mexicanidad hay lectura de libros de las otras mexicanidades pero también de historiadores como León Portilla, López Luján, López Austin, Enrique Florescano, así como libros de metafísica, gnosis, new age, don Miguel Ruiz, Guillermo Marín, etc. Es en la que hay más talleres de telar de cintura, masajes tipo rural, náhuatl y otros idiomas originarios, matemáticas prehispánicas, además de las prácticas frecuentes de danza, temazcal, cantos, velaciones, etc. Hay grupos que se dedican exclusivamente a la danza prehispánica, y el resto de rituales como temazcal u otras temáticas son sólo una curiosidad. Es también aquí donde más intensos debates se hacen sobre la temática en general de la mexicanidad: debate sobre el sincretismo religioso de los concheros, respuestas de los concheros contra el sincretismo oriental o new age, debates sobre los historiadores, sobre el métoco dientífico, sobre la etimología de las palabras náhuatl, etc.

Esta vertiente tiene otras subvertientes:

a). Ultranacionalistas. Según ellos, los prehispánicos son los maestros del mundo. No tenemos por qué aceptar cosmovisiones extranjeras.
b). Indigenistas urbanos. Hay entusiasmo por el pasado prehispánico pero también por la realidad de las comunidades originarias actuales. Hay muchos acuerdos con organismos oficiales como gobiernos delegacionales, institutos indigenistas, así como con asociaciones civiles.
c). Miembros de pueblos originarios en la mexicanidad. Una reacción de las comunidades originarias ante la mexicanidad, donde sus miembros pueden encontrar eco a su problemática así como readueñarse de sus propias tradiciones y cosmovisiones. Hay poco entusiasmo por el pasado prehispánico, pero mucho por la realidad contemporánea. Muchos de estos indígenas son becarios o maestros en universidades interculturales, o en la misma UNAM. Aún así, la mexicanidad es vista con sospecha o con indiferencia o con el beneficio de la duda por parte de muchos miembros de las comunidades originarias.
d). Mexicanidad Huichola. Concentra su interés no tanto en las culturas del valle de México sino en los Wixárika actuales. Puede ser interés antropológico o de desarrollo personal, pero también hay los que están más interesados por el Híkuri (peyote). Muchos extranjeros están motivados por este aspecto. Muchos huicholes (y no huicholes) han visto oportunidad de negocio y se hacen pasar por marakames para ofrecer híkuri ceremonial. Muchos marakame auténticos pueden estar en desacuerdo con estas prácticas, aunque también puede haber quienes sí lo aceptan. En esta mexicanidad se comparten muchos de los rituales de la mexicanidad cultural.
e). Mexicanidad Lakota. Dentro de los rituales prehispánicos hay presencia o cuando menos influencia muy fuerte de los nativos americanos de Estados Unidos, principalmente de la cultura lakota. Ha habido mucho intercambio cultural entre lakotas y mexicanistas, pero también intensos debates, pues muchos lakota perciben a la mexicanidad como una copia de la espiritualdad lakota.

6. Mexicanidad “extraterrestre”. Prácticamente la mayoría de sus miembros son urbanos. El mayor interés no es el pasado prehispánico, sino las “evidencias” de encuentros extraterrestres con civilizaciones mayas, aztecas, toltecas, etc. Prácticamente no hay interés por la realidad de las comunidades originarias, salvo en los posibles contactos cercanos del tercer tipo o en leyendas orales que pudieran interpretarse como tales.

7. Mexicanidad apocalíptica. El fin del quinto sol se ha emparejado al fin de la era de piscis, y la antigua cosmovisión azteca se transforma en una prueba más del apocalipsis que viene y para el cual hay qué estar preparados. Un ejemplo muy fuerte es el del apocalipsis maya de 2012, con presencia mundial, donde hasta los políticos y millonarios de muchos países compraron bunkers o boletos para “arcas de Noé” para sobrevivir al apocalipsis. Miles de libros y películas, imágenes de la Tierra siendo despedazada por cometas o agujeros negros, explosiones nucleares extraterrestres, cursos de sobrevivencia en la naturaleza, talleres para refugiarse en las pléyades y escapar a la destrucción del quinto sol, etc. Curiosamente muchos de sus integrantes (si no es que todos) eran urbanos y sumamente inteligentes, capaces de aprender el calendario maya y sistemas matemáticos vigesimales con gran disciplina, todo para estar listos a provocar las vibraciones cuánticas y el pulso de sincronización del plano galáctico para activar la nueva era. Unos días antes de la fecha anunciada, algunos empezaron a decir que era un apocalipsis “simbólico”, del plano espiritual, y no un apocalipsis real. Pero fue sorprendente que después de la fecha, sin que nada haya pasado, nadie dijera ni pío. Nadie dijo: Fue un engaño, una maniobra comercial. Los miles de autores de libros y películas se retiraron millonarios sin que nadie los cuestionara, mientras que los creyentes  cada quién se fue por su lado pensando lo que cada quien quiso, y los mayas verdaderos siguieron sin ser conocidos ni comprendidos, y hasta la fecha siguen siendo una comunidad marginal.

8. Mexicanidad folklórica. Ajena a todas las anteriores mexicanidades, es más bien el conjunto de manifestaciones folklóricas de todas las etnias, pueblos, ciudades y culturas de la República Mexicana.

Estas son las distintas mexicanidades que he podido observar. No hay una división tajante entre ellas. Muchos mexicanistas pasan de una a otra sin darse cuenta. No es controlada por una persona o personas específicas, ni tiene una cosmovisión o una meta bien definidas. Como todos los movimientos, tiene gran cantidad de fanantismo, pero también de entusiasmo. Ha habido prácticas muy nocivas, ya sea para la salud, para la mente, o para las comunidades originarias. Un ejemplo: el uso de enteógenos en algunas vertientes ha propiciado la dependencia a plantas psicotrópicas. Otro ejemplo: los líderes políticos con frecuencia usan a los grupos de la mexicanidad dándoles un apoyo económico simbólico para algún taller o conferencia, pudiendo presumir el líder de su peocupación por los indígenas, cuando a las poblaciones originarias les niega todo apoyo. El fanatismo y la presencia de xenofobia son otro aspecto negativo, pero también ha propiciado el interés por lo prehispánico y recientemente por la realidad de los pueblos originarios a mucha gente. En cierta forma está respondiendo a muchas necesidades sociales y espirituales de mucha gente. No por nada tiene tanta expansión.

Yo me considero mexicanista, pero conservando mi derecho a dudar. A veces he tomado distancia. Estoy a favor del amplio criterio, y así como algunos líderes mexicanistas me merecen todo mi respeto y admiración, también tengo formación científica y admiro y respeto profundamente a los investigadores académicos, y soy capaz de percibir los grandes errores que surgen en dichos movimientos.

Creo que un juicio maniqueo a las mexicanidades no es la respuesta. Creo que debe haber en este foro de discusión mucha participación de humanistas que nos ayuden a entender mejor este concepto.

Por todo lo anterior, NO podemos decir que todo mexicanista caiga en la típica descripción de los detractores: fanático, urbano, new age, peyotero, atacador de investigadores. Una generalización tan extrema sólo es cómoda para NO investigar más sobre este tema.

Desde mi punto de vista, las distintas mexicanidades pueden ser una moda pasajera, salvo las que sean capaces de abrir la mente y el criterio al debate: que sean capaces de identificar sus propios errores y de escuchar los razonamientos contrarios sin descalificarlos, superando el fanatismo. Lo que es indudable es que el inmenso conocimiento guardado en las distintas comunidades originarias es fascinante y aún hoy día podemos aprender mucho de él. Y la mexicanidad es una forma más de intentarlo, y como todo intento, es perfectamente válido y le deseamos todo el éxito.


  • Testimonios

    A mi me ha encantado la experiencia del temazcal porque me encuentro mucho dentro de mi Yo interior, comparto muchas experiencias con grandes personas, y por la sabiduría de la persona que nos guía, Pluma de Energía Cuatro Vientos. Estoy muy fascinada con el temazcal y no creo que lo vaya a soltar.
    Nadia
    Atizapán de Zaragoza

    Estoy mas que emocionada. Me gustó mucho la experiencia, fantástica, la recomiendo mucho. Ojalá vengan todos. Y agradecida con todos porque fue un momento muy especial y me ayudó mucho.
    Fátima

    Mi nombre es Hortensia Cárdenas de Azcapotzalco. Estoy viviendo, compartiendo la experiencia con el maestro Juan Fonseca en el temazcal. Si volver a vivir, volver a nacer. Es una experiencia magnífica, una de las mejores cosas que nos ha dado la vida.
    Hortensia Cárdenas
    Azcapotzalco

    Hola mi nombre es José Luis Ortega, Pepe Ortega, de La Cúspide. Estoy muy agradecido porque el temazcal El Valle del Águila es de lo más completo. Si alguien quiere vivir una experiencia de lo más increíble yo lo recomiendo ampliamente.  Son experiencias que de verdad  hacen que la gente se encuentren a si mismos. La comida increíble, el trato increíble, y la gente que viene aquí es de lo mejor.
    José Luis Ortega
    La Cúspide

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